Kahn participó en 1956 de un concurso para la biblioteca de la Washington University en Sant Louis, del cual tomaron parte también equipos notables como los de Eero Saarinen, Helmuth Obata y Edward Stone. Las bases, redactadas por un comité de profesores, buscaban un edificio flexible en el tiempo y propiciaban una relación directa entre lectores y libros. La futura biblioteca debía albergar 900.000 volúmenes y unos 1300 usuarios simultáneos atendidos por 70 trabajadores a jornada completa; al margen de esto, oficinas administrativas, áreas de explosición, áreas para libros antiguos y planos y un espacio para restauración.

Kahn propuso una planta cruciforme que se iba elevando para definir una masa piramidal escalonada, conforme las alas de las cruces se iban haciendo cada vez más cortas. Esto lo llevaba a definir un módulo cuadrado de 5.25 de lado con el cual creaba un entramado tridimensional que determinaba la forma de la estructura, de los espacios y de los detalles que resolvían los distintos episodios del edificio.

El proyecto tenía una superficie útil de 16.500 m2. La planta sótano y baja se dedicaban a la organización y administración de la biblioteca, oficinas, salas de catalogación, depósitos de libros y zonas de atención. El edificio se elevaba sobre una plataforma que rompía la simetría con la aparición de unas escalinatas que marcaban la plaza de acceso a la biblioteca. A partir del eje central, la distribución se organizaba de manera radial y simétrica, con un primer anillo de estanterías y las zonas de lectura en la periferia salvo en las plantas más altas adonde colocaba 76 estudios para profesores.

La estructura estaba compuesta por pilares de hormigón armado colocados en una grilla estructural de 5,25 x 5,25, que sostenían un sistema bidireccional de forjados prefabricados –que podríamos relacionar con los utilizados en los Laboratorios Richards (1957-64)- que conformaban un casetonado con huecos semiesféricos. En alzado la estructura arquitrabada, de la misma altura de la planta, mostraba como cada pilar acababa en unos ábacos en forma de cruz exhibiendo la profunda relación entre forma y estructura, en un intento de simbolización que recuerda al Panofsky de Arquitectura gótica y Escolástica. Los aspectos más técnicos, los elementos servidores, aparecen apenas insinuados pero sujetos a esa coherencia inicial como es el caso del control solar: un sistema de lamas horizontales protegía las ventanas que miran al sur mientras que hacia el oeste, Kahn proponía juegos de lamas verticales al tresbolillo.

En una mirada rápida, este ejercicio se sitúa a caballo entre dos proyectos muy conocidos de Kahn: los Baños de Trenton (1955) y la Biblioteca Exeter(1966) aunque podemos encontrar más ejemplos en ese decenio, como el Martin Research Institute (1955-7). Más allá de esos vínculos basados en el uso del cuadrado, la pureza de la forma y la idea de monumentalidad, en el plano funcional este proyecto prefigura soluciones de organización de la planta y, en especial, de la sección, como es el caso de los dobles espacios situados en la periferia.

El proyecto ganador del concurso, de rasgos genéricamente modernos, fue a parar a las manos del estudio Murphy & Mackey que la historia se ha encargado de olvidar.

(FAP)